viernes, 5 de julio de 2013

Movilización estudiantil: propuesta frente a la protesta

Lima - Perú.- Los movimientos estudiantiles, principalmente los universitarios, hoy en día se forman, por desgracia, como resultado de una contradicción, en torno a un hecho, como respuesta aislada, reaccionando contra algo. Un ejemplo claro son las protestas de esta semana, frente al proyecto de una nueva Ley Universitaria, que moviliza a muchos jóvenes a reclamar, con justo derecho, sean escuchados y no se termine por violentar ni vulnerar los derechos adquiridos a lo largo de muchas batallas, como la libertad de cátedra o la inviolabilidad del campus universitario.
Desgraciadamente, estos movimientos universitarios, necesarios y esenciales en una democracia, no se organizan ni consolidad en torno a proyectos programáticos y/o estructurales, no nacen como una alternativa político económica, ni mucho menos traducen en sus arengas una visión diferente y profunda de país.
Esta situación de orfandad política e ideológica quizá se deba al declive, o casi desaparición de los partidos políticos, a la cuasi inexistencia de alternativas políticas serias, al descrédito al que muchos medios y “políticos” han llevado a las ideologías, tildándolas como innecesarias y anacrónicas, cuando todos estos elementos son primordiales y básicos para comprender claramente el porqué y el cómo suceden las cosas, el qué hacer frente a ellas, qué mecanismos utilizar, cuándo y cómo hacerlo, cómo organizar una respuesta (tanto política como técnico-académica), es decir, cómo transformar nuestra realidad y hacerla más justa.
Por desgracia, no tenemos una sociedad organizada, ciudadanos que comprendan realmente, y peor aún, que les importe el quehacer de la política, organizaciones que dirijan y eduquen a las grandes masas, etc. Y sin dirección, sin claridad, sólo reaccionando frente a situaciones supuestamente aisladas e inconexas, por el sólo hecho de sentir que violan nuestros derechos, pero sin tener la capacidad para explicarlos ni saber cómo enfrentarlos, terminamos por darles a nuestros oponentes, contra quienes protestamos, los elementos para desacreditar cualquiera de nuestras protestas. La protesta no es incorrecta, pero debemos tener siempre claro que ésta es un mero mecanismo para medir fuerzas, y no garantiza la victoria. Sólo la propuesta que llevemos, la claridad con la que la expresemos, y la organización que tengamos para defenderla y promoverla, más allá de la marcha o cualquier otro mecanismo de presión, podrá acercarnos a ganar batallas y alcanzar la victoria. 
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Dimitri Senmache Artola
senmache@gmail.com
Twitter: @senmache

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